Y ahora te explico cómo realizarla. Lo que vas a hacer es ir bajando el grado de iconicidad, desde un grado alto (como es la fotografía) hasta el nivel 0 (que sería una abstracción geométrica, por ejemplo)
La idea es hacer algo así
Por tanto, tu primer dibujo debe ser una copia a lápiz, tratando de ser lo más fiel a la imagen original, el siguiente, te basas en las formas, pero ya no tienen que ser tan detalladas, puedes usar color si quieres, pero se tiene que seguir entendiendo qué representa. Y en la última imagen, lo reduces todo a elementos geométricos o formas puras, sin que tenga que tener relación aparente.
Puede que esta escena de «Del revés» te ayude (cuando Alegría y Tristeza entran siguiendo a Bing-Bong en el túnel del pensamiento abstracto buscando un atajo)
Definición y elementos básicos de la circunferencia
¿Qué es una circunferencia? De manera formal, una circunferencia se define como el lugar geométrico de los puntos del plano equidistantes de otro, llamado centro de la circunferencia.//
A circunferemce is the set of all points in the plane that are the same distance away from a specific point, called the center
No debemos nunca confundir el concepto de círculo con el concepto de circunferencia, que en realidad una circunferencia es la curva que encierra a un círculo (la circunferencia es una curva, el círculo una superficie).
A continuación vemos una imagen de una circunferencia.
En realidad, y de manera más sencilla, una circunferencia es el conjunto de puntos situados en el plano todos a la misma distancia de un mismo punto central, al que llamaremos centro.
Elementos básicos
En la imagen expuesta arriba se pueden ver todos los elementos que vamos a nombrar a continuación:
Centro// Center:
Punto central que está a la misma distancia de todos los puntos pertenecientes a la circunferencia.// Specific point that have the same distance away from all others in the plane Radio// Radius:
Segmento que une el centro con cualquier punto perteneciente a la circunferencia.// The distance from the center of the circle to any point in the circumference
Cuerda// Chord:
Segmento que une dos puntos cualquiera de una circunferencia.// A line segment whose endpoints are on a circle.
Diámetro// Diameter:
Cuerda que une dos puntos de una circunferencia pasando por el centro de la circunferencia. La medida del diámetro es dos veces el radio// A chord that passes through the center of the circle. The length of a diameter is two times the length of a radius. Recta secante// Secant:
Recta que corta dos puntos cualesquiera de una circunferencia.// A line that intersects a circle in two points.
Recta tangente// Tangent:
Recta que toca a la circunferencia en un solo punto (llamado punto de tangencia) y es perpendicular a un radio.// A line that intersects a circle in exactly one point (called tangent point) and is perpendicular to the radius in that point.
Teoría Tangencias
Una recta tangente a una circunferencia en un punto es perpendicular al radio de la circunferencia en ese punto.
Una circunferencia tangente a dos rectas que se cortan tiene su centro en la bisectriz del ángulo que forman las rectas.
Dos circunferencias tangentes tienen el punto de tangencia alineado con los centros de las circunferencias. //
Tangencies Theory
A tangent line to a circle at a point is perpendicular to the radius of the circle at that point.
A circle tangent to two intersecting lines has its center on the bisector of the angle formed by the lines.
Two tangent circles have the point of tangency aligned with the centers of the circles.
Base técnica en la que se basan estas espirales de la siguiente lámina y cómo se determinan los enlaces
Prácticas. Para esta Situación de aprendizaje tendremos 3 niveles de dificultad.
Los que no os veáis demasiado familiarizados con el compás os recomiendo comenzar con este nivel. (Os dejp un video para ver cómo se dibuja voluta o la espiral de dos centros)
Nivel 1 (Espiral de dos centros doble)
Nivel 2 (flor de vida) Este nivel exige un dominio un poco mayor que el anterior, y se tendrá en cuenta la exactitud de las intersecciones. (Recordad que hay que finalizar la lámina aplicando color)
Nivel 3 Aquí debéis demostrar no sólo que os manejáis bien con el compás, sino que sois capaces de planificar una lámina compleja para que todo quede entro del espacio de trabajo. Por supuesto, ¡también hay que darle color!
Para la calificación de este trabajo se tendrán en cuenta los siguientes aspectos (Rúbricade calificación).
Inkscape es una herramienta de dibujo libre para gráficos vectoriales. La diferencia con otras herramientas (de mapa de bits) es que en gráficos vectoriales no habrá pixelación de nuestro diseño. (La mayoría de las imágenes que vemos en internet son mapas de bits, por lo que si las aumentamos lo suficiente acabarán apareciendo los pixeles que la componen, cada uno de un tono).
Los gráficos vectoriales funcionan a través de fórmulas matemáticas, por lo que al ampliar no habrá pixelación del diseño.
Inkscape es de código abierto, por lo que puedes usarla gratuitamente, y está disponible para los principales Sistemas Operativos. Busca el tuyo en EL APARTADO DE DESCARGAS de la web de Inscape.org.
En el ordenador del centro debe estar disponible en Aplicaciones → Gráficos → INKSCAPE. (Si no lo estuviera, ve al Centro de Software Guadalinex y descárgalo. Una vez lo tenemos instalado, lo arrancamos.
***Te recomiendo que cada vez que hagas un ejercicio grabes el archivo, por si se queda bloqueado el programa. Cada cierto número de operaciones graba lo que has hecho. Si no lo haces puedes perder la información. ¡ESTÁIS AVISADOS!***
Al arrancar el programa deberéis tener una pantalla de configuración (yo pongo los clásicos, que creo que se interpretan mejor) guardáis la que más os guste,
pasamos por la presentación del proyecto y finalmente clicaremos sobre Documento nuevo
Nada más comenzar tendréis una interfaz más o menos así
A la izquierda tenéis la barra de herramientas, fundamental para nuestro trabajo. Arriba la barra de menús, localizad Archivo y buscar Propiedades del documento.
El formato que aparece por defecto es el A4 (os suena, ¿no?), pero dado que trabajamos con pantallas apaisadas, yo prefiero «poner el folio» en horizontal, así que marcad esa posición
Una vez tenemos definido el tamaño y la orientación del espacio de trabajo, podemos comenzar.
Para no comenzar a locas, vamos a importar primero nuestro logo (si es el del trazado técnico, mejor, pero no importa). Para eso, ve a la barra de menús -> Archivo -> Importar (y seleccionas la imagen que te has descargado de la galería de logotipos de tu curso
Deja la imagen en la zona de trabajo y ahora, en la barra de Herramientas, selecciona la herramienta Pluma Estilográfica (o herramientas para dibujar curvas Bézier y líneas rectas)
Una vez la tengas seleccionada, ve sobre el espacio de trabajo y ve clicando sobre los puntos claves de tu imagen. No te preocupes por las curvas, porque las iremos trazando luego. Más o menos así:
Uso de la pluma estilogŕafica (0:42-4:30)
Ahora vemos a ver cómo añadir texto, y sobre todo, cómo hacer que se sitúe en la posición que queremos. Podéis ver el siguiente video:
Ver 6:30 a 7:30
Ya tienes todos los elementos de tu logo vectorizados, recuerda que éstos no se pixelarán por mucho que los aumentes, por lo que puedes jugar a modificar su tamaño y posición y discutir en grupo qué opción os gusta más. A poco que hayáis bicheado un poco el programa veréis que hay muchas formas predefinidas, polígonos, círculos o elipses… también podéis jugar con el grosor de los contornos y por supuesto, con los rellenos (sólido, degradados, con transparencias…)
Si quieres trastear un poco con el programa es el momento.
Recordad que después habrá que agrupar todo lo que pertenezca al logo y guardar el archivo en un lugar de confianza (no en el ordenador del centro).
La Tarea que todos los miembros del grupo deberéis realizar es la vectorización de un logo famoso y enviarla a Moodle. Luego, la persona que haya realizado mejor trabajo, será denominado como «Creativ@» y se encargará durante las sesiones de clase, de realizar la vectorización de vuestro logo.
Ahora que estamos inmersos en el Proceso Creativo, es el momento de abordar el logotipo. Esa imagen que será la primera impresión que tendrá el público sobre nuestra empresa.
En realidad, no siempre estamos hablando de Logotipos, y es que estas imáganes representativas se pueden clasificar de la siguiente manera:
Logotipo: según la RAE, es un Símbolo gráfico peculiar de una empresa, conmemoración, marca o producto. Ejemplos:
Isotipo: representación gráfica (icono, símbolo, imagen) que hace a una marca reconocible sin necesidad de texto. Algunos de los que veis aquí no comenzaron como Isotipos, pero con el paso del tiempo han perdido el texto, ya que no era necesario. Ejemplos:
Imagotipo: Caundo tu imagen de marca necesita el apoyo del texto para ser reconocible, estamos hablando de un imagotipo. Sería la fusión del logotipo y el Isotipo. Ejemplos:
Isologo: éste es muy parecido al anterior, pero si bien en el Imagotipo podían ir por separado, en este caso no lo es. El texto está integrado en el diseño de manera que si desaparece la imagen de marca puede quedar irreconocible.
¿Qué características tiene que tener nuestro Logo para ser «bueno»?
Un buen logo debe ser «Memorable«. Con esto quiero decir que se debe poder recordar con facilidad. Y es por eso que también debe ser «Sencillo«, en cuanto que no tenga demasiados detalles que no puedan ser recordados. Y por supuesto debe ser «Original«, cuando vea o recuerde vuestro logo, no tendría que recordarme a ninguna otra marca.
Piensa en las marcas que conoces, en sus logos. ¿Podrías confundir Apple con otra marca tecnológica? ¿Dudarías entre Nike y otras marcas deportivas? Es porque son formas sencillas, recordables con facilidad y originales.
Si tratamos de visualizar marcas de coches, es muy posible que pensemos en círculos y óvalos (o elipses), escudos, alas o animales… Cómo podríamos diferenciarnos?
Una vez nos hemos iniciado en esto de la «lectura de imágenes» vamos a ver este fragmento de el libro de Dan Brown «El código Da Vinci»
En esta parte del libro los protagonistas visitan el estudio de un erudito de la obra de Leonardo que tiene una lectura diferente de la famosa obra «La última cena»
«El « estudio» de Teabing no se parecía a ningún otro que Sophie hubiera visto. Seis o siete veces mayor que cualquier lujoso despacho profesional, el cabinet de travail de aquel caballero parecía un híbrido entre el laboratorio de un científico, la zona de archivos de una biblioteca y un mercadillo cerrado. Iluminado por tres lámparas de araña, el vasto suelo embaldosado estaba salpicado aquí y allá de mesas de trabajo ocultas tras montañas de libros, objetos artísticos, artefactos y una sorprendente variedad de aparatos electrónicos: ordenadores, proyectores, microscopios, fotocopiadoras y escáneres. —Esto antes era el salón de baile —dijo Teabing con cara de pena mientras entraba en aquella estancia—. No tengo muchas ocasiones de bailar. Sophie sentía que toda aquella noche se había convertido en una especie de dimensión desconocida en la que nada era lo que esperaba que fuera. —¿Y todo esto es para su trabajo? —La búsqueda de la verdad se ha convertido en el amor de mi vida —dijo Teabing—. Y el Sangreal en mi amante favorita. « El Santo Grial es una mujer» , pensó Sophie con un mosaico de ideas mezcladas en la mente que parecían no tener sentido. —Y dice que tiene un retrato de la mujer que, según asegura, es en realidad el Santo Grial. —Sí, pero no es que lo asegure yo. Cristo en persona lo afirmó. —¿En cuál de los cuadros está? —preguntó Sophie recorriendo las paredes con la mirada. —Mmm… —Sir Leigh hizo como que no se acordaba—. El Santo Grial. El Sangreal, el Cáliz. —Se volvió bruscamente y apuntó a la pared del fondo. Sobre él colgaba una reproducción de dos metros de La última cena, la misma imagen que acababa de ver en el salón—. Ahí está. Sophie estaba segura de que se había perdido algo. —Pero si es la misma obra que acaba de enseñarme. Teabing le guiñó un ojo. —Ya lo sé, pero la ampliación es mucho más interesante, ¿no cree? Sophie se volvió para mirar a Langdon. —Me he perdido. Langdon sonrió. —Resulta que sí, que después de todo el Santo Grial sí aparece en La última cena. Leonardo le reservó un espacio prominente. —Un momento —interrumpió Sophie—. Me acabáis de decir que el Santo Grial es una mujer. Y en La última cena aparecen trece hombres. —¿Seguro? —dijo Teabing arqueando las cejas—. Fíjese bien. Titubeante, Sophie se acercó más a la pintura y miró con detalle las trece figuras, Jesús en el medio, seis discípulos a la izquierda y seis a la derecha.—Todos son hombres —dijo al fin. —¿Ah, sí? ¿Y qué me dice del que está sentado en el puesto de honor, a la derecha del Señor? Sophie se fijó en aquella figura, observándola con detenimiento. Al estudiar el rostro y el cuerpo, le recorrió una oleada de desconcierto. Aquella persona tenía una larga cabellera pelirroja, unas delicadas manos entrelazadas y la curva de unos senos. Era, sin duda… una mujer. —¡Es una mujer! —exclamó. Teabing se reía. —Sorpresa, sorpresa. Créame, no es un error. Leonardo sabía pintar muy bien y diferenciaba perfectamente entre hombres y mujeres. Sophie no podía apartar la vista de aquella mujer sentada junto a Cristo. « En la última cena se supone que había trece hombres. ¿Quién es entonces esa mujer?» . Aunque había visto muchas veces aquella pintura, nunca le había llamado la atención aquella evidente disonancia. —Nadie se fija —dijo Teabing—. Nuestras ideas preconcebidas de esta escena son tan fuertes que nos vendan los ojos y nuestra mente suprime la incongruencia. —Es un fenómeno conocido como escotoma —añadió Langdon—. El cerebro lo hace a veces con símbolos poderosos. —Otra razón por la que tal vez se le ha pasado por alto esta mujer — comentó sir Leigh— es que muchas de las fotografías que aparecen en los libros de texto se tomaron antes de 1954, cuando aún había muchos detalles ocultos tras capas de suciedad y de pintura procedente de restauraciones de dudosa calidad, realizadas por manos torpes en el siglo XVI. Ahora, por fin, el fresco ha vuelto a verse como lo pintó Leonardo, y se ha dejado sólo la capa de pintura que él empleó. Et voilá! Sophie se acercó más a la imagen. La mujer a la derecha de Jesús era joven y de aspecto puro, con un rostro discreto, un hermoso pelo rojizo y las manos entrelazadas con gesto sereno. « ¿Y esta es la mujer capaz de destruir ella sola la Iglesia?» . —¿Y quién es? —preguntó. —Esa, querida, es María Magdalena. —¿La prostituta? A Teabing se le cortó la respiración, como si aquella palabra le hubiera insultado personalmente. —Magdalena no era eso que dice. Esa desgraciada idea errónea es el legado de una campaña de desprestigio lanzada por la Iglesia en su primera época. Le hacía falta difamar a María Magdalena para poder ocultar su peligroso secreto: su papel como Santo Grial. —¿Su papel?
—Como he dicho —aclaró Teabing—, la Iglesia primitiva necesitaba convencer al mundo de que Jesús, el profeta mortal, era un ser divino. Por tanto, todos los evangelios que describieran los aspectos « terrenales» de su vida debían omitirse en la Biblia. Por desgracia para aquellos primeros compiladores, había un aspecto «terrenal» especialmente recurrente en los evangelios: María Magdalena. —Hizo una pausa—. Y, más concretamente, su matrimonio con Jesús. —¿Cómo dice? —Sophie miró un instante a Langdon. —Está documentado históricamente. Y no hay duda de que Leonardo tenía conocimiento de ello. En La última cena prácticamente le está gritando al mundo que Jesús y Magdalena son pareja. Sophie volvió a concentrarse en la reproducción del fresco. —Fíjese en que uno va vestido casi como reflejo perfecto del otro. —Teabing le señaló a las dos figuras del centro de la obra. Sophie estaba fascinada. Sí. Las ropas tenían los colores invertidos. Jesús llevaba la túnica roja y la capa azul, mientras María Magdalena llevaba una túnica azul y una capa roja. « El Yin y el Yang» . —Y si vamos ya a matices más sutiles —añadió Teabing—, vea que Jesús y su esposa aparecen unidos por la cadera e inclinados en direcciones opuestas, como si quisieran crear claramente un espacio negativo entre ellos. Incluso antes de que sir Leigh le dibujara aquel contorno con el dedo sobre la pintura, Sophie la vio, la inequívoca forma de aquella en el punto focal de la obra. Era el mismo símbolo que Langdon le había dibujado antes como expresión del Grial, del cáliz y del vientre femenino. —Finalmente —prosiguió Teabing—, si ve a Jesús y a Magdalena como elementos de la composición más que como personas, verá que se le aparece otra figura bastante obvia. —Hizo una pausa—. Una letra del abecedario. Sophie la vio al momento. En realidad, de pronto era como si ya no viera nada más. Ahí, destacada en el centro de la pintura, surgía el trazo de una enorme y perfecta letra M. —Demasiada coincidencia, ¿no le parece? —preguntó Teabing. Sophie estaba maravillada. —¿Y qué hace ahí? Sir Leigh se encogió de hombros. —Los teóricos de las conspiraciones dicen que es la M de matrimonio o de María Magdalena, pero para serle sincero, nadie lo sabe a ciencia cierta. Hay innumerables obras relacionadas con el Santo Grial que contienen esa misma letra oculta de un modo u otro, y a sea en filigranas, en pinturas ocultas debajo de otras o en alusiones compositivas. La más descarada, claro, es la que hay grabada en el altar de Nuestra Señora de París, en Londres, diseñada por un anterior Gran Maestre del Priorato de Sión, Jean Cocteau.
Sophie sopesó la información.—Reconozco que lo de la M oculta es intrigante, pero supongo que nadie lo pone como prueba de que Jesús y María Magdalena estaban casados.—No, no —respondió Teabing acercándose a una mesa llena de libros—.Como y a le he dicho antes, ese matrimonio está documentado en la historia. —Empezó a rebuscar entre los volúmenes—. Es más, que Jesús fuera un hombre casado es mucho más lógico. Lo que es raro es la visión bíblica que tenemos de él como soltero.—¿Por qué? —preguntó Sophie.—Porque Jesús era judío —dijo Langdon, adelantándose a Teabing, que seguía sin encontrar el libro que buscaba—, y las pautas sociales durante aquella época prácticamente prohibían que un hombre judío fuera soltero. Según la tradición hebrea, el celibato era censurable y era responsabilidad del padre buscarle una esposa adecuada a sus hijos. Si Jesús no hubiera estado casado, al menos alguno de los evangelios lo habría mencionado o habría ofrecido alguna explicación a aquella soltería excepcional. Teabing dio finalmente con un ejemplar enorme. Tenía las cubiertas de piel y era de gran tamaño, como uno de esos grandes atlas. En la tapa se leía el título:Los Evangelios Gnósticos. Lo abrió y Langdon y Sophie se acercaron a él para verlo mejor. Sophie veía que contenía fotografías de lo que parecían ser pasajes ampliados de documentos antiguos, papiros deteriorados con textos manuscritos.No reconocía la lengua en que estaban escritos, pero en las páginas de la izquierda estaban impresas las traducciones.—Son las copias de los rollos de Nag Hammadi y del Mar Muerto de los que hablaba antes. Los primeros documentos del cristianismo. Curiosamente, no coinciden con los evangelios de la Biblia. —Fue pasando hojas y, más o menos hacia la mitad del libro, señaló un párrafo—. El evangelio de Felipe es siempre un buen punto de arranque. Sophie lo leyó:Y la compañera del Salvador es María Magdalena. Cristo la amaba más que a todos sus discípulos y solía besarla en la boca. El resto de discípulos se mostraban ofendidos por ellos y le expresaban su desaprobación. Le decían: ¿Por qué la amas más que a todos nosotros?Aquellas palabras sorprendieron a Sophie, pero aun así no le parecieron concluyentes.—Aquí no dice nada de que estuvieran casados.—Au contraire —discrepó Teabing, sonriendo y señalándole la primera línea—. Como le diría cualquier estudioso del arameo, la palabra « compañera» , en esa época, significaba literalmente « esposa» . Langdon hizo un gesto con la cabeza en señal de asentimiento. Sophie volvió a leer aquella primera línea. « Y la compañera del Salvador es María Magdalena» .Teabing pasó más páginas y le señaló otros párrafos en los que, para sorpresa de Sophie, se daba a entender de manera clara que Magdalena y Jesús mantenían una relación sentimental. Mientras los leía, recordó a un airado sacerdote que en una ocasión había aparecido en casa de su abuelo y se había puesto a aporrear la puerta.—¿Vive aquí Jacques Sauniére? —le había preguntado, mirándola desde las alturas cuando le abrió la puerta—. Quiero hablar con él sobre el artículo que ha escrito. —El sacerdote blandía un periódico. Sophie fue a buscar a su abuelo y los dos hombres desaparecieron tras la puerta del estudio. « ¿Mi abuelo ha escrito algo en el periódico?» . Sophie se fue corriendo a la cocina y empezó a hojear el diario matutino. Encontró el nombre de su abuelo en un artículo de la segunda página. Lo leyó. No lo entendió todo, pero parecía que el gobierno francés, accediendo a las presiones de los curas, había aceptado prohibir la exhibición de una película americana llamada La última tentación de Cristo, en la que Jesús tenía relaciones sexuales con una señora llamada María Magdalena. Y su abuelo decía que la Iglesia se equivocaba y se mostraba arrogante al prohibir aquella película.« No me extraña que el cura se hay a puesto así» , pensó Sophie.—¡Es pornografía! ¡Sacrilegio! —gritaba el sacerdote desde la puerta del estudio, que había abierto, justo antes de salir como un ciclón hacia el vestíbulo—. ¿Cómo puede defender una cosa así? Ese americano, Martin Scorsese, es un blasfemo, y la Iglesia no le cederá ningún púlpito en Francia.El cura salió dando un portazo.Cuando su abuelo entró en la cocina, vio a Sophie con el periódico en las manos y arrugó la frente.—Qué rápida eres.—¿Tú crees que Jesucristo tenía novia? —le preguntó.—No, cielo. Lo que yo digo es que la Iglesia no debería decirnos las ideas que podemos tener y las que no.—¿Tenía novia?Su abuelo se quedó en silencio unos instantes.—¿Sería tan malo que la hubiera tenido? Sophie se quedó un momento pensativa.—A mí no me importaría.Sir Leigh Teabing seguía hablando.—No quiero aburrirla con las incontables referencias a la unión de Jesús y Magdalena. Eso y a lo han explorado ad nauseam los historiadores modernos. Sin embargo, sí quiero señalarle algo. —Buscó otro párrafo—. Esto es del evangelio de María Magdalena. Sophie desconocía que existiera un evangelio con las palabras de María Magdalena. Leyó el texto: Y Pedro dijo: «¿Ha hablado el Salvador con una mujer sin nuestro conocimiento? ¿Debemos darnos todos la vuelta y escucharla? ¿La prefiere a nosotros?». Y Levi respondió: «Pedro, siempre has sido muy impetuoso. Ahora te veo combatiendo contra la mujer como contra un adversario. Si el Salvador la ha hecho digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Seguro que el Salvador la conoce muy bien. Por eso la amaba más que a nosotros». —La mujer de la que hablan —aclaró Teabing—, es María Magdalena. Pedro sentía celos de ella. —¿Porque Jesús la prefería? —No sólo por eso. La cosa iba mucho más allá del mero afecto. En ese pasaje de los evangelios, Jesús intuye que pronto lo capturarán y lo crucificarán. Y le da a María Magdalena instrucciones para que ponga en marcha la Iglesia una vez Él ya no esté. En consecuencia, Pedro expresa su descontento por tener que ser el segundón de una mujer. Me atrevería a decir que Pedro era un poco machista. Sophie intentaba no perderse. —Están hablando de San Pedro. La piedra sobre la que Jesús construyó Su Iglesia. —El mismo, salvo por un detalle. Según estos evangelios no manipulados, no fue a Pedro a quien Jesús encomendó crear la Iglesia cristiana. Fue a María Magdalena. Sophie se lo quedó mirando. —¿Me está diciendo que la Iglesia debía ser dirigida por una mujer? —Sí, ese era el plan. Jesús fue el primer feminista. Pretendía que el futuro de Su Iglesia estuviera en manos de María Magdalena. —Y a Pedro no le hacía demasiada gracia —intervino Langdon, señalando La última cena. Este de aquí es él. Se nota que Leonardo da Vinci era muy consciente de lo que el apóstol sentía por María Magdalena. Una vez más, Sophie se quedó muda. En la obra, Pedro se inclinaba con ademán amenazador sobre María Magdalena y le ponía la mano en el cuello como si fuera una cuchilla. ¡El mismo gesto de amenaza que en La Virgen de las rocas! —Y aquí también —comentó Langdon, señalando ahora al grupo de discípulos que rodeaban a Pedro—. Un poco descarado, ¿no crees? Sophie entornó los ojos y vio que de aquel grupo emergía una mano.
—¿Qué es lo que sujeta esa mano? ¿Una daga?—Sí, y lo que es todavía más raro es que si se cuentan los brazos, esa mano no es de nadie. Carece de cuerpo. Es anónima. Sophie empezaba a sentirse superada por todo aquello.—Lo siento, pero sigo sin ver de qué manera todo esto convierte a María Magdalena en el Santo Grial.—¡Ajá! —exclamó Teabing de nuevo—. Ahí está el problema. —Se acercó de nuevo a la mesa y levantó una especie de diagrama grande. Lo extendió delante de ella. Era una genealogía muy elaborada—. Son pocos los que saben que María Magdalena, además de ser la mano derecha de Jesús, y a era una mujer con poder. Sophie se fijó en el encabezamiento de aquel árbol genealógico.LA TRIBU DE BENJAMÍN—María Magdalena está aquí —dijo Teabing señalando un punto en la parte alta del árbol. Sophie mostró su sorpresa.—¿Pertenecía a la Casa de Benjamín?—Sin duda. María Magdalena descendía de reyes.—Pero yo siempre había creído que era pobre. Teabing negó con la cabeza.A Magdalena la hicieron pasar por ramera para eliminar las pruebas que demostraban sus poderosos lazos familiares.Una vez más miró a Langdon, y una vez más éste asintió sin decir nada.—Pero ¿qué había de importarle a la Iglesia primitiva que tuviera sangre real? El inglés sonrió.—Querida, no era su sangre lo que preocupaba a la Iglesia, sino su matrimonio con Jesús, que también descendía de reyes. Como sabrá, en el Evangelio según san Mateo se nos dice que Cristo pertenecía a la Casa de David, que era descendiente del rey Salomón, rey de los judíos. Al emparentar con la poderosa Casa de Benjamín, Jesús unía las dos líneas de sangre, creando una fuerte unión política capaz de reclamar legítimamente el trono y restaurar la línea sucesoria de los reyes tal como existía en tiempos de Salomón. Sophie intuyó que por fin estaba llegando al quid de la cuestión. Teabing parecía muy alterado.—La leyenda del Santo Grial es una leyenda sobre la sangre real.Cuando se dice que el Grial es « el cáliz que contenía la sangre de Cristo» …se está hablando, en realidad, de María Magdalena, del vientre femenino que perpetuaba la sangre real de Cristo.
Las palabras parecieron resonar con un eco por el antiguo salón de baile antes de que Sophie captara totalmente su significado. « ¿María Magdalena perpetuaba la sangre real de Cristo?» . —Pero ¿cómo iba a perpetuarse Jesús, a menos que…? Se detuvo y observó a Langdon. Langdon sonrió.—Amenos que tuvieran un hijo. Sophie se quedó helada.—Ya ve —dijo Teabing—. La verdad mejor disimulada de toda la historia dela humanidad. Jesús no sólo estaba casado, sino que era padre. Y, querida mía, María Magdalena era el Santo Receptáculo. Era el cáliz que contenía la sangre real de Jesús. Era el vientre que perpetuaba el linaje, y el vino que garantizaba la continuidad del fruto sagrado. Sophie notó que se le ponía la carne de gallina.—Pero ¿cómo se puede mantener oculto tantos años un secreto tan importante?—¡Por Dios! —dijo Teabing—. Oculto precisamente no ha estado. La perpetuación de la sangre de Cristo ha sido el origen de la leyenda más duradera de todos los tiempos: la del Santo Grial. Desde hace siglos, la historia de María Magdalena se ha gritado a los cuatro vientos en todo tipo de metáforas y en todos los idiomas posibles. A poco que se tengan los ojos abiertos, se ve por todas partes.—¿Y los documentos del Sangreal? —preguntó Sophie—. ¿Contienen la prueba de que Jesús tenía sangre real?—Sí.—Entonces, ¿toda la leyenda del Santo Grial es en realidad sobre la sangre real de Cristo?—Y bastante al pie de la letra, además. La palabra Sangreal puede descomponerse, como se hace habitualmente, para formar las palabras San Greal. Pero en su forma más antigua la división se hacía de otro modo. Teabing cogió un trozo de papel, escribió algo y se lo entregó. Sang RealSang Real significaba, literalmente, Sangre Real.«
Ahora toca reflexionar un poco sobre lo que acabamos de leer.
Si os pica un poco la curiosidad de cómo se puede realizar una obra como ésta, echad un vistazo a éste episodio de la serie «Leonardo» en rtve play, comienzan a pintar sobre el minuto 21 y 30″
En esta Situación de Aprendizaje vamos a aprender a realizar una Lectura de una imagen. ¿Pero las imágenes se leen? Sí, se leen. Y si realmente queremos disfrutar de las imágenes, debemos aprender a «Leerlas»
Tal y como vimos anteriormente en el tema de La Comunicación Visual las imágenes tienes dos posibles descripciones, una denotativa (objetiva) y otra connotativa (subjetiva), y ambas configuran el análisis de una imagen.
Vamos a ver cómo realizarlo paso a paso. //
In this Learning Situation, we are going to learn how to read an image. But… can the images be read? Yes, they are read. And if we really want to enjoy images, we must learn to «read them.»
As we saw previously in the topic of Visual Communication, images have two possible descriptions, one denotative (objective) and the other connotative (subjective), and both configure the analysis of an image.
Signos, señales, símbolos (logotipos)… ¡parece que el mundo de las tangencias no tiene fin!
Hoy traemos una propuesta creativa a partir de diseños de personajes conocidos basados en el trazado de tangencias.
En la imagen podemos ver a Maléfica. Primero se ha trazado su geometría interna para después añadir áreas de color sólido. En el PDF adjunto hay 377 diseños fantásticos del estudio Heystudio los cuales podéis encontrar en Instagram.
La propuesta es que hagas una lámina donde selecciones uno de estos personajes y analices el trazado técnico que implica (paralelismo, perpendicularidad, tangencias entre rectas y curvas, entre dos curvas, etc.)
Una vez que tengas el trazado técnico deberás aplicarle color con total libertad.
¿Te sobra tiempo? Trata de crear tu personaje propio con este estilo o modifica la pose del seleccionado.