Simetría en los Mosaicos Romanos y el Arte Nazarí
Desde tiempos antiguos, la simetría ha sido un elemento fundamental en la expresión artística y arquitectónica de diversas culturas. En la Antigua Roma y en Al-Ándalus, bajo la influencia del arte nazarí, encontramos ejemplos deslumbrantes de cómo el concepto de simetría se materializa en obras de una belleza incomparable. Ambos estilos han dejado una huella indeleble en la historia del arte, transmitiendo no solo un sentido estético, sino también mensajes profundos sobre la espiritualidad, el orden y la perfección.
La Simetría en los Mosaicos Romanos
Los mosaicos romanos son quizás uno de los exponentes más emblemáticos de la simetría en la cultura clásica. Estos mosaicos, que adornaban villas, termas y edificios públicos, consistían en la disposición de pequeñas piezas de piedra, cerámica o vidrio, llamadas teselas, que formaban complejos diseños geométricos y figurativos.

La simetría, en sus diversas manifestaciones, era clave en estos mosaicos. Se empleaban simetrías de reflexión, rotación y traslación para estructurar los motivos decorativos. El objetivo no era solo estético, sino que también servía para transmitir una sensación de armonía y equilibrio, reflejando las ideas de orden y perfección que eran fundamentales para la cosmovisión romana.
Un claro ejemplo de la simetría en los mosaicos romanos es el uso recurrente de patrones geométricos como el opus tessellatum, un estilo que consiste en crear intrincadas figuras con simetrías reflejadas o rotadas en torno a un punto central. Estas composiciones, que a menudo utilizaban figuras como círculos, octógonos y estrellas, transmitían una idea de repetición y regularidad, valores muy apreciados por los romanos. (Enlace a la web de la Junta donde se estudian «Los mosaicos romanos de Itálica, en tres dimensiones»)

El Arte Nazarí y su Pasión por la Simetría
El arte nazarí, desarrollado durante el reino nazarí de Granada (1238-1492), representa una fusión de tradiciones islámicas, cristianas e hispano-musulmanas que culminaron en una estética única, donde la simetría se convirtió en un principio rector. La simetría en el arte nazarí no solo servía a propósitos estéticos, sino que también tenía una dimensión espiritual. En la cultura islámica, la simetría se asocia con la noción de unidad divina y perfección, conceptos fundamentales en la filosofía islámica.
Uno de los ejemplos más destacados de la simetría en el arte nazarí es la Alhambra de Granada, un conjunto arquitectónico donde los motivos geométricos, los arabescos y la caligrafía se entrelazan de manera simétrica para crear un espacio visualmente armonioso y espiritualmente evocador. En sus muros, techos y suelos, la simetría de traslación se manifiesta en la repetición de patrones geométricos, mientras que la simetría rotacional se encuentra en los diseños de los mosaicos y los estucos.

Los artesanos nazaríes empleaban técnicas matemáticas avanzadas para crear complejos patrones de simetría que daban la impresión de un orden infinito y una conexión directa con lo trascendental. Esto se refleja, por ejemplo, en los sebka, unas composiciones reticulares en las que se combinan motivos geométricos y vegetales, y que presentan simetrías rotacionales y traslaciones perfectamente calculadas.

Un Puente Entre Culturas: Simetría, Mosaicos y Arte Nazarí
A pesar de las diferencias culturales y temporales, tanto los romanos como los nazaríes compartieron un profundo interés por la simetría y su capacidad para crear obras de arte visualmente impactantes y conceptualmente profundas. Para ambas culturas, la simetría era un medio para expresar el orden del universo y su conexión con lo divino.
En los mosaicos romanos, la simetría tenía un componente estético, reflejando la idea de la belleza como una manifestación de equilibrio y proporción. En cambio, en el arte nazarí, la simetría trasciende la estética para alcanzar un plano simbólico y espiritual, representando la infinitud y la unidad divina.
El estudio de estos dos estilos artísticos permite entender cómo diferentes culturas, en contextos históricos dispares, utilizaron un mismo principio matemático y geométrico para crear obras de arte que aún hoy nos maravillan por su perfección y belleza. Los mosaicos romanos y el arte nazarí nos muestran cómo la simetría, más allá de ser una mera técnica decorativa, puede convertirse en un vehículo de expresión de las creencias, aspiraciones y valores de una sociedad.
Simetría como Legado Común
La simetría ha sido y sigue siendo un elemento universal en el arte. Tanto en los mosaicos romanos como en el arte nazarí, la simetría no es solo un recurso visual, sino un lenguaje común que trasciende fronteras culturales y temporales. A través de la simetría, estas dos culturas nos invitan a contemplar la belleza del orden y la perfección, dejándonos un legado que ha perdurado a lo largo de los siglos.
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Ejercicios:

Vamos a hacer una red modular a partir de un módulo simétrico que vais a crear de manera individual. El resultado final se quedará en la clase como parte de la decoración de este curso.
Cómo hacer el módulo con nuestro nombre
- Se utiliza un papel cuadrado, elimina el sobrante de un folio
- Dobla el cuadrado por sus diagonales (de vértice a vértice) y por los puntos medios de sus lados

- Cuando tengas algo así, dibuja con letras dobles tu nombre, tratando de que las letras se queden abiertas tanto por arriba, como por abajo (como si no cupieran)

- Una vez que lo tengas, repásalo a rotulador y sólo es cuestión de ir desplegando y calcando del revés en cada triángulo hasta completar el módulo.
- Aplica color respetando la simetría

Resultados de años anteriores:







